El legado empresarial. ¿Cómo atraer a las nuevas generaciones?
Por: José Betancourt, DBA, Miembro ICOEF
En el pasado, los fundadores podían velar por la continuidad de la empresa con el diseño de un buen proceso de sucesión directiva, pero en la actualidad se debe complementar con la construcción de un legado que trascienda y asegure la participación de las nuevas generaciones.
LSO.School, escuela de propietarios de empresa, ha identificado nuevas problemáticas que afrontan los empresarios a la hora de realizar la sucesión, concepto bastante amplio, dado que contempla aspectos de la dirección ejecutiva, de la propiedad y del legado empresarial. Cada proceso es distinto y está a cargo de diferentes grupos de personas. Por ejemplo, la dirección ejecutiva es responsabilidad de la Junta Directiva; la sucesión patrimonial es un proceso en el que los accionistas deben buscar acompañamiento especializado, teniendo en cuenta criterios de distribución del capital, impuestos, expectativas de los potenciales propietarios, entre muchos otros aspectos; mientras el legado empresarial es un concepto en el que incluso la familia tiene mucho que aportar debido a que en aquél se establece el propósito de lo que se hace en la organización y en el impacto deseado en la economía, la sociedad, el medio ambiente y las futuras generaciones.
La influencia del propósito en los más jóvenes
Cada vez se escucha más sobre la dificultad de conseguir trabajadores y directivos jóvenes que quieran vincularse a las empresas, con el compromiso y el deseo de agregar valor. La gran dificultad radica en que las nuevas generaciones buscan empresas que los inspiren, que dejen una huella en el mundo, pues así ellos estarán contribuyendo con un grano de arena a un propósito superior. El problema radica en que las empresas familiares tienen líderes enfocados en los resultados económicos y la eficiencia de los procesos, sin importar el impacto que pueden estar generando en los demás.
Cuando los líderes comprendan que los números de sus empresas no sólo se explican con la razón, sino también con la emoción, ese día se generará el cambio y conseguir talento será una tarea más sencilla. Hay empresas de tecnología que solo se preocupan por vender y ejecutar unas horas contratadas, otras, por el contrario, venden sus servicios y hacen seguimiento al cliente para evidenciar de primera mano cómo su trabajo influyó en la vida de sus trabajadores o clientes.
Propiedad psicológica
En el ámbito patrimonial de las empresas familiares, se presentan otros fenómenos. Por ejemplo, los fundadores asumen que sus sucesores van a ser sus hijos, pero como no los han involucrado en el negocio a tiempo, éstos pierden el interés y ven la empresa sólo como un recurso económico del cual pueden disponer fácilmente, perdiendo de vista la riqueza histórica, cultural, los valores y principios con que se desarrolló el negocio, que es en síntesis un legado.
Se ha detectado también una sensación de frustración en los fundadores debido a que no han llevado a cabo un trabajo conjunto en familia para establecer una visión colectiva entre los actuales y los potenciales accionistas, que lleve a generar un vínculo fuerte con la empresa, que redunde en compromiso y apoyo con las decisiones estratégicas y la continuidad del negocio. En este punto vale la pena precisar que la empresa tiene impacto no solo en los accionistas, sino también en la sociedad, los trabajadores y sus familias, así como en otros stakeholders.
El Legado y su impacto presente y futuro
El legado de una empresa se define como el conjunto de aspectos económicos, culturales y emocionales que los fundadores y otros implicados transmiten a las siguientes generaciones. Estos puntos de vista no solo impactan a estas generaciones, también a las presentes, porque al no trabajar de manera constante, la imagen de la empresa puede afectarse negativamente y llevar a la destrucción del legado, como ha acontecido con importantes grupos empresariales del mundo.
Frente al legado, LSO.School ha detectado que es un tema que no está en la mente de los empresarios, pues sólo empiezan a darle importancia cuando los hijos están adultos y se acerca la sucesión de los fundadores, lo que podría ser tardío, afectando también el interés. Un negocio tiene legado si tiene propósito y hace bien a la sociedad. De esta forma los hijos, familiares e, incluso, el talento externo a la familia, querrá contribuir con la continuidad de una organización.
Se recomienda empezar a trabajar en un propósito empresarial, sin importar si se trata de un emprendimiento o una compañía familiar con décadas de funcionamiento. Es tarea de los accionistas definir cómo la organización puede influir en otros ámbitos y trascender generando beneficios hacia todos los stakeholders.
Como conclusión, en la realidad de las empresas familiares de hoy es importante preguntarse ¿qué está pasando con los hijos más jóvenes que pertenecen a la generación de los Centennials? ¿qué está pasando con los Millennials que ya están en posiciones directivas en muchas organizaciones?, es claro que para las personas de las nuevas generaciones lo más importante es el propósito, así que nunca es tarde para empezar.
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